Coyuntura pesquera
Los empresarios no tienen la llave de la puerta al mar



No debe sorprender que la Cámara de la Industria Pesquera Argentina y el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas, como cualquier otra Cámara de cualquier otra actividad, decidan cuando es oportuno declarar públicamente sus necesidades financieras y mucho menos que la respuesta a estas, deba venir del Estado cuando las ganancias dejan de ser las pretendidas.

Sí se debe tener en cuenta que la crisis económica y financiera de cada una de las empresas no responde siempre a una misma causa, por ello al momento de encontrar soluciones “no se debe medir a todas con la misma vara”. Muchas de ellas han incumplido con toda norma existente y al momento de “arreglar” sus propios errores recurren a concursos o quebrantos, los que terminan pagando siempre los trabajadores. Tampoco nos asustemos con el término “quebranto”, ya lo hemos oído muchas veces y no siempre ocurre, o mejor dicho le ocurre a quien no hace bien las cosas y paga y lamentablemente hace pagar las consecuencias.

Algunos empresarios creen tener la llave de la puerta al mar por ser dueños de los barcos, pero se equivocan porque no son dueños del recurso. Los dueños van y vienen, cambian de apellido y nacionalidad, los trabajadores son los mismos y al mar van los pescadores. Nadie puede desconocer la crisis económica que se vive en Europa y que es el principal consumidor de lo que pescamos y por ende que esta crisis afecte los valores de mercado de los productos, lo que sin dudas afecta en disminución la rentabilidad empresaria a causa de la constante caída de los “precios internacionales” de sus productos. Los clientes de los empresarios pesqueros argentinos han de ser propensos a bajarles los valores en malos momentos, pero no a subirlos cuando son buenos, los empresarios hacen lo mismo con los trabajadores y es esto lo que obliga a los gremios representativos a ser descreídos.

Desde este sector podríamos volcar tantos o más números, tantas o más ecuaciones que las que exponen los empresarios para analizar la crisis y para su consideración, pero no pretendemos ser extensivos sino claros y concisos.

Quienes denuncian con gran tecnicismo la supuesta “pérdida de capital de trabajo” recordando la década del ‘80 lo hacen con sabiduría, producto de la experiencia de haber sido parte y responsable de esa década, pero no necesariamente esto ocurre por trabajar a pérdida, ya hemos dicho que este concepto es racionalmente inaceptable, sino porque han llevado esos capitales a otros sectores o otras actividades o fuera del país.

Una opción más decorosa desde nuestro punto de vista, sería que el sector empresario aúne esfuerzos con los gremios, para que se reduzca o elimine el impuesto a las ganancias que se le aplica a los trabajadores, este necesario logro brindaría descompresión a ambos sectores ya que los trabajadores afectados no deberían reclamar aumentos salariales en esta coyuntura y no dejaría opción a trabajadores y salarios no registrados; es una opción al clásico pedido de eliminación y reducción de aranceles.

Y como ser crédulos los gremios, cuando escuchamos la nefasta frase que se mantienen trabajando los barcos y fábricas en plena actividad, pero trabajando a pérdida, cuando es bien sabido que la rentabilidad la obtienen con el procesado y que cargan gastos que no corresponden sobre la administración de los buques. Los gremios marítimos y portuarios tenemos características salariales muy diversas y no resulta sencillo encontrar coincidencias para un frente común. Capitanes de Pesca, cuenta con un reciente convenio colectivo de trabajo, emplazado para el mes de marzo próximo a su actualización y daremos cumplimiento con lo pactado, no obstante es de pleno conocimiento por parte de la Cámara de Armadores que nuestro reclamo se basará siempre en la participación de la producción y en el reconocimiento del salario básico, sustentando este reclamo en la propia crisis que las empresas denuncian magnificada o no, ya que solo el salario básico, por mínimo que sea este, dará una luz de dignidad a nuestros representados. El porcentaje de actualización a reclamar tendrá que ver con la particularidad de nuestro convenio de trabajo y en que articulo se aplique; no es difícil pedirlo, difícil es conseguirlo. Sin dudas no habrá concesiones salariales, pero tampoco pondremos en juego los puestos de trabajo o la reducción laboral y sin dudas, oportunamente acompañaremos el reclamo de todo sector trabajador.

Fijamos posición:

La discusión salarial que mantendremos durante el transcurso del 2012, nos mantendrá en el reclamo de los convenios de trabajo con el resto de las actividades de país (calamar, langostino, fresqueros y congeladores), siempre en busca de la “participación en las ganancias”, “salario básico” y recuperación del Mercado de Concentración Pesquera, acompañando al gobierno en las buenas decisiones en función de la preservación del recurso y la fuente laboral.


Jorge A. Frias
Secretario General Nacional

Comisión Directiva 2010-2014


30/01/2012




 

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