El recuerdo del San Jorge I, de la mano de un ciudadano
Conmovido por la última tragedia pesquera, el arquitecto José María Oyharzabal Castro, oriundo de Tigre y fotógrafo aficionado, escribió una nota al Secretario General Jorge Frías, en la que comparte una de las últimas fotos del pesquero antes de su última zarpada del puerto de Mar del Plata, y solicita que las "haga llegar a sus familiares", en humilde homenaje a esta "generación de héroes" del "trabajo y a la honradez hasta perder la vida".
Sr Jorge Frías:
Me presento soy el Arquitecto José María Oyharzabal Castro vivo y trabajo en Tigre al norte de la Capital Federal, mi descanso es remar y sacar fotos, o sea que soy de alguna manera fotógrafo aficionado en el Foto Club Tigre.
Le escribo con la intención de hacerle llegar la siguiente foto y su breve historia.
La segunda quincena del mes de febrero estuve en Mar del Sur, en un casa que esta sobre el Mar que se llama Altamar, casa que pertenece a la Institución católica Opus Dei y que se usa para actividades culturales y retiros espirituales.
En esta casa participé unos días de una actividad de capacitación conjuntamente con otras 20 personas.
Uno de los asistentes a la actividad resultó ser un nieto del Arquitecto Alejandro Bustillo, autor del edificio del casino y hotel emblema de Mar del Plata, este nieto de Bustillo se llama Marcelo y es sacerdote y también fotógrafo.
El domingo anterior a la tragedia del Buque Pesquero Jorge I, me propone ir a Mar del Plata a sacar fotos, en concreto ir al Hotel Provincial y zona del casino y por esas cosas de la vida, le cambio los planes y le propongo el puerto de Mar del Plata comentándole que tiene una historia y un semblante digno de ser fotografiado.
Ahí estuvimos llegamos y conjuntamente con otro amigo de Tucumán recorrimos la escollera y tomamos una muy lindas imágenes, aproveché para contarles la vida de los pescadores, la dureza, el sacrificio, y lo arriesgado de la actividad, que me hacia compararla a la vida y tareas de los mineros en la montaña.
Fue un bonito atardecer y logramos tomar unas imágenes muy buenas de los buques con la luz solar por detrás, la luz baja como si el cielo los estuviera cubriendo, protegiendo, como si fuera un verdadero cuadro donde los cascos naranjas son protegidos por el Poder de Todopoderoso.
Mientras sacábamos fotos hablábamos de estos temas, terminamos cuando se puso el sol y regresamos a Mar del Sur.
A los días, el Padre Marcelo Bustillo viene y me dice que el barco al que le tomamos las fotos se había hundido, que lo acababa de leer en la web y que había rezado por sus tripulantes y familiares.
Realmente me quede helado, también recé por esos marineros a los cuales me une un gran afecto por haber realizado mi servicio militar en la PNA, y fui a buscar las fotos para verificar si realmente estábamos hablando de la misma embarcación.
No se si será la última foto del buque en puerto y no creo que haya otra tan sugestiva, donde parece que está iluminado por una luz celestial.
He ampliado la foto original y en una aproximación se ve a tres marineros trabajando en cubierta, no se quienes son si han fallecido o no, es mi intención que vuestra institución haga uso de esta foto "póstuma" en honor de ellos y que la misma en una mínima expresión sea un consuelo para sus familiares y amigos.
En estos momentos que le escribo, recuerdo que hablábamos de la difícil situación social que esta viviendo nuestros pais, nuestra patria, nos decíamos que como podía haber tanta gente que NO quiere trabajar, que no quiere esforzarse por tener una sociedad mejor para todos. Y veamos a los marineros trabajando y ordenando sus aparejos redes y elementos manifestando una cultura de trabajo y esfuerzo, algo que desgraciadamente se esta perdiendo.
Le escribo estas líneas a dos e-mail que he sacado de vuestras página web, le pediría que le haga llegar estas líneas y las fotos que le envío a sus familiares, este es mi humilde homenaje a esta generación de héroes los cuales se merece un no pequeño monumento en la entrada al Puerto de Mar del Plata, monumento al trabajo y a la honradez hasta perder la vida.
Atentamente :
Arquitecto José María Oyharzabal Castro
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